"No quiero caminar entre locos", dijo Alicia. "Oh, no puedes hacer nada", le respondió el gato, "todos estamos locos aquí".
Lewis Carroll. Alicia en el país de las maravillas (1865)
Salgo a la calle. Frío, lluvia, golpe, me pongo el gorro, lluvia hostigada, empujón, me cambio de lado, golpe, señora con paraguas caminando por debajo de los balcones, me muevo al otro lado, golpe con paraguas...
¡Menos follow y like en Instagram y más mirar poro donde vamos!
(Bansky)
Y es que nos importa una mierda (sin perdón) el resto del mundo, caminando sin ton ni son, zarandeando los brazos y estampando bolsas contra todo el que se ponga por delante, ¡qué ansia de poseer la calle!.
¿Podemos mirar un poquito más a los ojos de las personas que nos cruzamos día a día? ¿Podemos, por favor, no obligar a empujones a que otros se desplacen del rumbo, que acertadamente, tenían fijado? ¿Dónde queda nuestro sentido de la "urbanidad"?.
No creo que sea tan complicado adoptar una actitud civilizada cuando salimos a la calle que compartimos con decenas, y dejar la grosería en casa.
Así que por favor...por favor, miremos por donde vamos, cedamos el paso generosamente, caminemos con los paraguas en la acera libre y dejemos los soportales y balcones para los que no tienen uno (señoras...vosotras sabéis quienes sois, va por vosotras ¬¬), y sobre todo, si desafortunadamente chocamos o nos quedamos como lerdos haciendo el baile de San Vito con otra persona (no está bien chistar, ni soltar un: "quita del medio zopenco que no miras por donde vas", por muy zopenco que realmente sea), disculpémonos.
¡EL RESPETO ES GRATIS!
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