viernes, 26 de febrero de 2016

Mal de ojo

"Las maldiciones no van nunca más allá de los labios que las profieren"
 - William Shakespeare






El otro día, comiendo tranquilamente con una amiga en uno de los restaurantes que más me gustan, entró una señora, vestida con su abrigo de piel y sus gafas de sol de Dior, diciendo toda clase de cosas bonitas. Hasta ahí todo bien... hasta me llamó bonita y guapa (cosa que con los morros llenos de salsa dudo seriamente).

El caso, es que estoy acostumbrada a que las personas mayores, en general me den conversación (no sé que tengo), y dejé que hablara y hablara; ¿y qué quería?, pues ni mas ni menos que venderme una estampa de la virgen, floreada, con un texto motivador en la parte trasera; pero queda feo acercase y decirle a alguien: ¿me compras una estampa de la virgen, maja?, la táctica es "admirar" a tu posible victima y sin ningún respeto por el espacio íntimo, plantarle la estampita en el entrecejo y exigirle que lo coja (mucho mejor...).


Después de que me contara su rollo, amablemente le dije que no deseaba comprar la dichosa estampa de la virgen, a lo que la señora seguía insistiendo. ¡Cómo no la iba a comprar, con lo bonita que era, y esa flor tan delicada!
Bueno, pues le dije que muchas gracias pero que no la compraba porque no era creyente en la Virgen María, y la señora entonces sacó su artillería pesada, que terminó de dejarme con el culo torcido mientras se me enfriaba la comida: "bueno, pues no creas en nada, tu dame el euro y ya está"... DAFUQ?


Primero: intentar VENDER la virgen o cualquier símbolo religioso para conseguir un beneficio material, me parece ir completamente en contra de lo que supuestamente es la religión, o al menos la religión cristiana, en  la que, que yo sepa, la avaricia es un pecado capital. Si tan religiosos sois, sedlo sin más, pero no pretendáis imponer vuestras creencias en los demás (y menos aún si estas personas, aún no compartiendo vuestro credo, os respetan) y mucho menos intentéis sacar un beneficio monetario de ello.


Segundo: no tengas la jeta de pedirme siquiera 1 euro, porque sí, cuando llevas puestas unas gafas de marca (carísimas) y un abrigo de piel (cabe decir, que estoy en contra del empleo de pieles animales para vestir). Mucha falta no te hará mi euro cuando puedes permitirte tener algo así, y si no, véndelo que sacarás mas tajada que con un euro, digo yo...





Tercero, y último: agradece que te hayas topado con una persona paciente y comprensiva de la estupidez humana, que se ha mantenido callada y respetuosa incluso cuando te has dedicado a despotricar vejatoriamente sobre ella para que todo el local te oiga. Si no te han comprado la estampa, y no te quieren dar nada "por caridad", apechuga, cállate la boca y a otra cosa mariposa.

Dicho todo lo "malo", gracias F. por consentirme y acompañarme en los caprichos culinarios.

viernes, 19 de febrero de 2016

Respeto: Error 404 Not found

"No quiero caminar entre locos", dijo Alicia. "Oh, no puedes hacer nada", le respondió el gato, "todos estamos locos aquí".

         Lewis Carroll. Alicia en el país de las maravillas (1865)


Salgo a la calle. Frío, lluvia, golpe, me pongo el gorro, lluvia hostigada, empujón, me cambio de lado, golpe, señora con paraguas caminando por debajo de los balcones, me muevo al otro lado, golpe con paraguas...

Yo no sé si es que todas las personas van desorientadas sobre donde ponerse en la calle como me pasó a mi al volver de un país en el que la norma de sentido era la izquierda, o el no ver más allá de sus narices les impide llevar un rumbo fijo que no tope con el de los demás... bueno, digamos que es que claro, hay tanta gente, y con los paraguas, que uno hace buenamente lo que puede al caminar por la calle... ¡PUES NO!
¡Menos follow y like en Instagram y más mirar poro donde vamos!

(Bansky)

Y es que nos importa una mierda (sin perdón) el resto del mundo, caminando sin ton ni son, zarandeando los brazos y estampando bolsas contra todo el que se ponga por delante, ¡qué ansia de poseer la calle!. 
¿Podemos mirar un poquito más a los ojos de las personas que nos cruzamos día a día? ¿Podemos, por favor, no obligar a empujones a que otros se desplacen del rumbo, que acertadamente, tenían fijado? ¿Dónde queda nuestro sentido de la "urbanidad"?.

No creo que sea tan complicado adoptar una actitud civilizada cuando salimos a la calle que compartimos con decenas, y dejar la grosería en casa.

Así que por favor...por favor, miremos por donde vamos, cedamos el paso generosamente, caminemos con los paraguas en la acera libre y dejemos los soportales y balcones para los que no tienen uno (señoras...vosotras sabéis quienes sois, va por vosotras ¬¬), y sobre todo, si desafortunadamente chocamos o nos quedamos como lerdos haciendo el baile de San Vito con otra persona (no está bien chistar, ni soltar un: "quita del medio zopenco que no miras por donde vas", por muy zopenco que realmente sea), disculpémonos.

¡EL RESPETO ES GRATIS!



viernes, 12 de febrero de 2016

¿Soy una "Food Girl"?


" Todo lo que hay en esta sala es comestible. Hasta yo lo soy. Pero eso sería canibalismo, mis niños, y está mal visto en la mayoría de las sociedades. "
- Willy Wonka


Adoro la comida. Se podría decir, en ocasiones, que me gusta más la comida que las personas (sobretodo que algunas personas...). Considero la comida uno de los mayores placeres en la vida, más aún si incluye postre. Solo hay unos cuantos problemas asociados... obesidad, hipertensión, diabetes, acné!.
Entre otros...

Yo no soy diabética, ni hipertensa y según los niveles estándar establecidos en el IMC (Índice de Masa Corporal), estoy más que saludable.

Hasta ahí todo perfecto, maravilloso, wonderful!... Hasta que un buen día llegas a la veintena y tu amor de toda la vida te traiciona con:

ACNÉ

Cuando ya has probado casi de todo, jabones naturales, jabones no tan naturales especiales para pieles grasas y con tendencia a granos, mascarillas, limpiezas, aceite de onagra, no maquillarse, etc., llega el momento en el que te planteas: ¿y si dejo de comer mierdas?... PERO ME ENCANTA LA COMIDA GOCHA! 

¿Dejar el chocolate?, ¿el azúcar?, ¿¡la leche!?










Pues por lo visto funciona... y ahí es cuando toca decidir entre estar amargada por el acné o estar amargada por no poder comer lo que te apetezca, y terminas leyendo uno y mil artículos por internet para llegar a la conclusión de que a ti lo que te provoca granos, ¡no es la comida basura!, ES LA LECHE.
Y te quitas de tomar leche...y luego descubres que la echas de menos y te pasas a los modelos de imitación, la leche de soja, la leche de almendras, etc.

La leche de soja está bien, sí...la enésima vez que la tomas y te acostumbras a ese sabor a resina, y digamos que calidad-precio es asequible, pero que alguien me explique la leche de almendras.
La leche de almendras que sabe a caries más que a almendra. Probablemente sea la marca que compre (no la nombraré por razones más que obvias), y en el mercado haya muuuuchas otras marcas de leche de almendras que no contengan azúcar (o una cantidad normal), y ¡OJO!, que me encanta el azúcar, pero 8g por 100ml creo que es pasarse un poco, por no decir del precio...
Tanto esfuerzo, casi casi consiguiendo una piel "perfecta" y ¡BAM! ahí esta mi amigo purulento, de nuevo, por si me había olvidado de él...
Y ahí es cuando te das cuenta que no basta solo con la leche, los jabones, las cremas y demás "productos milagro"; 

¿Comer (rico) o no comer? ¿Llorar en dulce o amargarse con lo "sano"?

Digamos que aún me lo estoy pensando...a largo plazo.

De rubíes con amor

  Lo siento Siento mi cobardía y mi falta de mejoría. Lo intenté, de veras lo intenté Es egoísmo, es cobardía, ya ni sé. Este dolor, esta...