Que si te cojo te mato, te reviento y te como a besos
con este ardor quemando los huesos,
arrastra a un mar que la sed no calma.
Una y otra vez pierdo, en las dunas de tus ojos
la cordura, la paciencia, la esperanza.
En tus labios... gloria, puta gloria
abierta como flor en primavera, espera,
dulce néctar corre por sus venas,
el aguijón no duele, paciente la muerte aguarda,
y el séptimo cielo que tanto anhela
busca ansiosa con uñas y dientes
los gritos, suspiros y miradas
que en pecado le guarda.